A otro lado

Cada día que pasa, siento que la imagen que había conseguido de mí se va desvaneciendo. No es que no me vea bien, es que no me veo, no hay ni un rastro de lo que he sido durante todo este tiempo. Le hecho la culpa de no verme bien a mi familia. Pero no sé si es su culpa. No es culpa de nadie. Simplemente, es como me siento, no tiene que haber un culpable, esto no es un asesinato. No me gusta verme así, verme aquí, sin ti y me odio por ello, odio mi yo ahora. Me odio por dejarte ir. No es justo para nuestro corazón, nuestro amor es el más fuerte que conozco, pero porque tenemos que someternos a este duelo. Es como cuando separan a la bailarina y al soldadito, ellos lo único que quieren es estar juntos, como nosotros, ¿porque el destino los separa?. Me asusta mucho este verano, es aterrador pensar que te pueda perder, pensar que pueda repetirse el sufrimiento que pasaste el año pasado. Me pesa mucho estos miedos en el pecho, estoy viviendo un miedo que tengo. También me exijo mucho, creo que todo lo hago mal, que soy culpable de todo, que soy una cobarde, una mentirosa. Veo todo lo malo, todo ha dejado de brillar. Tengo que recordar lo bueno, lo que brilla de mí, pero es difícil. Además aunque brille, aunque me digan que brillo, yo sigo sin apreciarlo a veces, no dejo de recordarle a todos lo brillantes que son, pero no me recuerdo yo lo que brillo. Solo tengo que brillar para mí y estar ahí para verlo. Enséñame que estrella soy en tu cielo, hoy, por lo menos ayúdame a levantarme a ver eso.

Un pensamiento que me alivia estos días, es el de correr, el de irme a otro lado, contigo, lejos. Como dijiste, yo quiero ir contigo a cualquier sitio, pues fundámonos en un corazón de plomo, así siempre estaremos unidos, o cásate conmigo que viene a ser lo mismo pero sin morirse. 

¿Qué me dices?

Miss you,

Emma